Emilia y Caterina se escriben cartas que nunca se enviarán, tras una adolescencia común transcurrida en un internado femenino. Los días pasaban monótonos e idénticos, excepto por la noche, cuando Emilia y Caterina se encontraban, lejos de la mirada de sus compañeros y del mundo circundante, para descubrirse la una en el cuerpo de la otra.
Las dos mujeres, ahora distantes, imaginan escribirse para sincerarse, recuperar el tiempo pasado y reconciliarse con el adiós a aquel primer amor y las primera veces.